01. FRESCO A LA ROMANA.
El mural del restaurante San Nicolás de Bari, en Priego, está realizado con la técnica de fresco a la romana. Todavía quedan amantes de lo esotérico que prefieren creer que se desconocen las técnicas que emplearon los romanos en la ejecución de sus murales. Nada más falso. La técnica del fresco nos es suficientemente conocida, tanto por los restos llegados hasta nosotros como por las fuentes literarias conservadas. La diferencia respecto al fresco tal y como lo conocemos desde el Renacimiento es que requiere más trabajo, lo cual no era un problema en una sociedad con abundancia de mano de obra esclava. También cuenta la “cocina”, es decir, los secretos del oficio, los ingredientes secretos, de los que nadie hablará, acaso por seguir con el mito del arcano y la desdichada tradición de tener que andar dejándose los codos hasta dar con la maldita fórmula. Es una especie de misterio iniciático, un tributo a pagar en forma de horas extra de trabajo. Tampoco sería tan interesante el oficio si desde el primer día todo se aprendiera de los libros.
El mural representa a la Alcarria Alta o Baja, que no sé cuál de las dos es la nuestra. La que sea. Con todos los pueblos que la constituyen. Es decir, los pueblos que caen bien al autor del mural; esto es, los pueblos que le han dado trabajo, y en consecuencia, la posibilidad de continuar con sus investigaciones: Torralba, Villar del Infantado, Valdeolivas, Villalba del Rey, Priego... Dios bendiga a los patrocinadores de belleza.
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