domingo, 26 de septiembre de 2010

Callejero Urbano

La gente tiende a despreciar a las pobres gentes que se dedican a hacer callejeros urbanos. Un oficio vil, piensan. Tal serán ellos, concluyen. Claro, parece que es poner calle tal o calle cual, cocerlo y ya está. Pues no. Todavía hay gente orgullosa de su oficio que busca dar a cada azulejo algún detalle que atenúe el hastío vital de los labriegos cuando paseen por sus pueblos y se crucen con esos humildes carteles que dan nombre a sus calles.

4 comentarios:

  1. ¿Porqué hay que paliar el hastío vital de un labriego? ¿No están ahí para eso?

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  2. ¿Azulejos como sicología conductista paliativa para los rompeterrones? ¿Y qué hacemos con el batallón de siquiatras en paro que infestan nuestras indefensas ciudades?

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  3. Este chat parece está dirigido por una misma mano...que curioso.
    Bueno a lo que ibamos. Lo dicho, esto es para ricos. Todo el mundo no puede tener audis, ni calles para callejeros. Esto es un come-come de envidía, me voy a pasar al teletienda con los pelapatatas.

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  4. ¿¿Podría darse en esto del arte de crear “callejeros” en lugar del "azulejo tradicional" alguna variación diferente?? No ya el clásico azulejo marrón "club de tenis" rústico, si no algún otro tipo de variación. No sé si más rústico-antiguo o más moderno ¿alguna variación?

    La verdad es que el tono de la gente que escribe en este blog es bastante similar y rebuscado, salvo honrosas excepciones.

    Fgg

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