miércoles, 23 de diciembre de 2009

Pintura mural en casa de Ana.




En casa de Ana hay dos murales pintados con la técnica clásica del fresco, uno, pintado con la técnica romana, en el dormitorio, y otro, pintado con la técnica renacentista, en la escalera. El del dormitorio busca crear un ambiente; el de la escalera pretende contar una historia. La historia que cuenta es confusa. Pero no importa. Lo que importa son los hechos que hay tras ello: la de sentirse a gusto sólo con lo mejor. Porque, en fín, cómo ignorarlo, además: nos lo merecemos.

Y éste y sólo éste, o sea, el presente, es el momento de sentirse así.

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